
En estos últimos meses las marcas han comenzado a preocuparse por incluir por lo menos una experiencia inmersiva en sus servicios. Cada vez son más los negocios que buscan sumarse a este auge, y otros tantos que aún no comprenden de qué se trata todo esto. Pero tranquilo, que no es complicado.
Quédate a leer, ¡alucinarás con este increíble tema!
Experiencia inmersiva: ¿Qué es?
Una experiencia inmersiva supone ofrecer al consumidor una sensación tecnológica, distinta a lo que está acostumbrado, y la cual mejora su vida cotidiana.
Se trata de una vivencia interesante, en la que el contacto con tu marca es a través de un entorno innovador y radical.
Significa poner en práctica una serie de estrategias que brinden a tu audiencia un ambiente original y atractivo. Algunas opciones para lograrlos son: realidad aumentada, realidad virtual y proyección.
¡El marketing experiencial es la forma más placentera de conquistar clientes!
¿Cómo funciona las experiencias inmersivas?
Lo principal es introducir al usuario en un espacio que no sea en el que habitualmente está. Es decir, ofrecerle algo inusual, y si es posible, sacarlo de su zona de confort.
Y es que con la tecnología a nuestro favor no hay límites, sino un infinito de posibilidades para impactar los 5 sentidos de los consumidores.
El funcionamiento de la experiencia inmersiva no es tan complicado como parece. Solo es cuestión de diseñar un plan que transporte al individuo a un ambiente simulado, pero del cual no se siente fuera de lugar.
Eso sí, debes tener claro que la interactividad es la gasolina de este vehículo sensorial.
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Usos de la experiencia inmersiva en marketing
Presentación de productos
Para demostrar las maravillas de tu producto no basta con un infomercial tradicional y aburrido. Tampoco es suficiente un grupete de influencers humanos diciendo que “ha llegado lo mejor del mercado”.
Más bien, incluir al usuario en experiencias inmersivas lo convierte en un consumidor activo y feliz.
Eventos
En este caso, suele aplicarse mayormente en eventos presenciales, en los que hace falta un merecido toque de realidad virtual.
Una experiencia inmersiva es ideal para diferenciarte de tu competencia y cautivar a los usuarios. Por ejemplo, si deseas ofrecer una degustación de producto, puedes contar todo el proceso de su creación con realidad aumentada.
En resumen
Una experiencia inmersiva es una experiencia a medida en la que el mensaje, el entorno y el concepto son clave e irrepetibles en cada ocasión. Se trata de una mezcla entre innovación, tecnología y arte, donde el usuario puede ver, escuchar, oler, sentir y hasta saborear, según sea el caso.
¡Crea sensaciones y enamora a tu audiencia!